Tomar conciencia de si es la mejor inversión


Cuando parta el “bicho”, el cuerpo y el doble se quedan aquí porque son de este mundo, y el Otro parte al mundo que le corresponde. Si quieres liberarte tienes esa opción. En definitiva hay cosas muy interesantes para estar enfrascados en un mundo jodido y “¡¡¡hay unas maravillas tan cercanas!!!”, que te están llamando a gritos y uno está enfrascado en otras cosas y eso es por la concepción que tenemos de que lo humano es animal y al otro lo puede utilizar como un objeto. ¡¡¡Lo Humano es una cosa extraordinaria!!!
¿Qué es eso de lo humano? ¡Es increíble! Pero nadie se queda fascinado al ver a un ser humano, sobre todo cuando ese ser humano tiene “una chispa”. ¿Cómo es que se produce ahí?, ¿cómo se le ocurre?, ¿qué pasa para que se sienta con esa inspiración? Es cuestión de observarlo. Está todo tan aplanado que no tenemos conciencia de nosotros mismos.
Si un animal pudiese despertarse solo por un instante, y viese a un humano... se fascinaría.

Darse cuenta de que uno existe, de que está vivo
Ser consciente de sí mismo es una cosa muy inspiradora... ¡Darte cuenta de que existes!, poner atención..., dirigir la atención..., es un avance. Pero eso no da rédito, no da dinero, ¿de qué sirve...? Se está en lo externo, se está ensoñando. Ser consciente de uno mismo es una cosa inspiradora (es una puerta que se abre), darme cuenta de que existo, ¡¡de mí mismo...!!
Invertir en eso es lo que más reditúa. Es la mayor inversión en bolsa... caer en cuenta... tomar conciencia de sí. Si le sumas a eso acciones que trascienden lo personal, si, además, lo acompañas de trabajos energéticos... esa es una tecnología de punta.
Para que te pueda oír el otro hay que aprovechar recodos en el camino porque si no, no puede escucharte, tiene que fracasar, pararse... ( “Bienaventurados los fracasados...” )

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