Los
dobles energéticos requieren sensaciones de distinto potencial para lograr su
desarrollo.
Las
sensaciones organizan a la conciencia; se necesita un sistema de referencias
para organizar la estructura del “yo”.
Las distintas sensaciones llegan por
vibraciones u ondas de diferentes frecuencias (ojos, oídos, la percepción entre
franjas, espectros de ondas de luz que percibe el ojo humano o de sonido que
percibe el oído humano); y
a partir de ellos vas tomando franjas, parcialidades de la realidad, no
toda la realidad (porque quedan fuera del espectro vibraciones que no se
perciben por arriba o por debajo de las frecuencias que los sentidos captan). Lo que hueles o degustas
lo percibes por corpúsculos que llegan a los sentidos olfativo y gustativo, son
moleculitas que se traducen en sensaciones.
Ondas y
corpúsculos llegan y son traducidas a sensaciones que te dan contacto con el
mundo externo y desde el mundo interno también captas sensaciones a través de
los sentidos internos. Son todas sensaciones. Son tan importantes las sensaciones que llegan del mundo
externo como las que llegan del mundo interno.
Esa
información que llega a los sentidos es energética. Los circuitos
nerviosos y químicos trabajan juntos. El sistema vibratorio es propio del
sistema energético, lo nervioso es un caso más del sistema energético.
Existen
fenómenos energéticos independizados de la fuente que los generó. Hay fenómenos
de este tipo en la Naturaleza: las centellas, los fuegos de San Telmo, y
también fenómenos de plasma o fenómenos electromagnéticos en laboratorio.
Si un
sujeto acumula actos unitivos, donde el fenómeno se auto alimenta, da una
vuelta sobre si mismo, mucha conciencia de sí, se creará un centro
interno.
El doble
necesita de sensaciones, sin sensaciones no podría funcionar la conciencia, no
podría estructurar, se jode todo. Sensaciones de los sentidos
externos y de los internos. No puedes “sacar tu yo” como dicen
algunos.Tampoco se trata de anular el yo, no podría uno moverse en este tiempo
y en este espacio. Sácale a la conciencia las sensaciones y vas a
ver el lío que se arma: 40 minutos en una cámara de silencio y empiezas a ver
angelitos... No puede funcionar la conciencia sin sensaciones.
La estructura
de la conciencia no tiene autonomía de las sensaciones internas y externas,
cuando se rompe ese equilibrio del “yo” se acabo todo. En la muerte
desaparece el “yo”, te quedas sin nada.
El “yo”
permite moverse en el mundo, pero si “volaras” (desconectaras) por un momento
el “yo”, al reconectar no sabrías que decir, de
lo que pasó solo tienes un vago recuerdo, unas reminiscencias. De
“aquello” no se sabe nada, solo traducciones. Cuando hables de “eso”
esas serán traducciones, no es ese mundo, porque “eso” se mueve en otros
tiempos y en otros espacios: son traducciones de esos tiempos y espacios
Sagrados.
Si por un instante uno suspendiera
el funcionamiento del yo y conectara con lo Profundo, podría experimentar una
cantidad de cosas que pasan en ese instante, sin tiempo y sin espacio.
Que después para contarlas en este tiempo y espacio tendría que traducirlas de
algún modo, porque si no las traduce, no hay modo de describirlas; sólo
traduciendo, de acuerdo al paisaje epocal y al de cada uno. Y puede hacerlo por
lo que recuerda, por la reminiscencia de aquello que ha experimentado. Y a lo
mejor cuenta una de cosas que le han pasado.... en el tiempo de un pestañear de
ojos...
Con las
traducciones de esas reminiscencias, de esos contactos con lo Profundo, es que
se arman las religiones externas. Sin duda han tenido esos
contactos, imagínense un Mahoma o un Buda, la de cosas que traducen después
para contar esa experiencia.
De lo
Profundo se pueden hacer diferentes relatos, dioses y cosas, pero lo que existe
son significados profundos que pueden darle sentido a todo. A nosotros nos
interesa la experiencia misma, los procedimientos para llegar allí “donde moran
los dioses”. Los significados de las cosas, en la vida cotidiana, son como
significados caídos de aquellos más profundos…
…El espacio
interno es inconmensurable, corresponde a lo Profundo del ojo para
adentro. Se tiene el “vahído” de lo Profundo.
Lo
Sagrado es nuestro tema, pero no se puede hablar de lo Sagrado, las religiones
se han especializado en traducir a lenguaje cotidiano lo Sagrado.
A nosotros
nos interesan sobre todo los procedimientos para llegar a eso, los
procedimientos para llegar a la morada de los dioses.
Si Ud. hace
esos procedimientos, Ud. va a entrar en ese mundo.
El material
de la R.I. va tomando fuerza. Pero ahora, ¿donde tiene la gente la
cabeza en el momento actual? Tienen un ruiderío importante. Veremos que pasa a
futuro en la cabeza humana.